Cualquier momento puede tornarse complicado y ver caer granizo, es algo que sucede de forma inesperada, el clima siempre puede sorprender a todos en el momento menos oportuno.
Por supuesto, los daños que genera pueden convertirse en un gran problema en los coches cuando no se cuenta con plaza de garaje. Por ejemplo, puede desconchar la pintura, romper vidrios y producir gran número de abolladuras. Esto al final puede ser un verdadero dolor de cabeza. Pero hay medidas que permiten proteger un coche del granizo, a pesar de que no esté en un garaje, estas a continuación.
Apostar por un garaje plegable
Un garaje plegable es una excelente opción, se puede comprar o alquilar, son fáciles de usar gracias a su cualidad retráctil, mejor aun si tiene lados que se pueden cerrar por medio de botones o cremallera para garantizar un mayor nivel de comodidad.
También hay disponibles cubiertas de vehículo equipadas, ya que diversos fabricantes de automóviles producen cubiertas protectoras, en caso de no conseguir alguna con un distribuidor o marca específica, se puede apostar por opciones genéricas o incluso personalizadas.
Cubrir el coche con mantas
Cuando de proteger el coche se trata, distintas opciones son válidas, se trata de utilizar justo lo que se tenga a la mano, por ejemplo, puede ser muy útil cubrir con mantas que sean gruesas y edredones, además de sujetar estas cubiertas con cuerdas, cintas u otros medios que se tengan al alcance, los tapetes del mismo coche pueden funcionar para proteger el parabrisas.
Buscar aparcamientos alternativos
Si se está afuera cuando inicia la lluvia de granizo, una opción ideal es acudir a estacionamientos de centros comerciales u otros espacios, suelen ser cubiertos o subterráneos, allí conviene estacionar lejos de paredes que sean abiertas y esperar hasta que el granizo se acabe, al salir de allí conducir con el mayor cuidado.
Aprovechar los edificios cercanos
Es importante prestar atención a la dirección en la que sopla el viento, a partir de esto acercarse hasta el edificio más cercano prestando atención al lado que esté más expuesto y estacionar en el lado contrario cerca de la pared.