Una buena iluminación del aparcamiento ayuda a que se crean unas buenas condiciones a nivel visual, tanto para los peatones como para los conductores. Aunque cada uno de los proyectos depende de la clase de garaje, siempre debemos tener en cuenta la importancia de la uniformidad lumínica.
¿Cómo debemos afrontar la iluminación de un aparcamiento?
En nuestro país, buena parte de los aparcamientos públicos están cubiertos. Son de tipo subterráneo y suelen distribuirse en las plantas de los edificios. Hay países que optan por una mayor cantidad de parking exteriores, como en el caso de Canadá o Estados Unidos. Aquí optan por una iluminación similar a la que tienen las calles.
Para los parkings que están cubiertos es necesario hacer una valoración de la naturaleza que tienen dichas construcciones. Con frecuencia, lo que hacen es concentrar grandes cantidades de polvo, humedad o suciedad, por no hablar de los gases contaminantes que emiten los propios vehículos. Esto hace que las luces elegidas deban tener una elevada protección IP.
Distribución de las luminarias
En este aspecto, debemos tener en cuenta que la distribución puede que sea hasta de mayor importancia que la potencia como tal. Lo mejor es situar los dispositivos dependiendo de la propia estructura que tenga la instalación.
Con frecuencia se optimiza su utilización cuando se colocan en las paredes. Si se hace en los techos, es posible que cause deslumbramiento o reflejos que puedan llegar a confundir, tanto a los conductores como a los peatones.
Hay que tener en cuenta que en las paredes se ilumina bien cada una de las zonas, así como las direcciones de entrada y de salida. Si queremos tener más seguridad sobre si acertamos en esta decisión, es posible hacer un estudio fotométrico.
De esta forma lo que se determinan son los puntos de luz que van a necesitarse, lo mismo que el grado de intensidad que tendrán. No hay que olvidar que se debe valorar también las luminarias de emergencia y las más concretas que se usan para indicar direcciones.
Tampoco está de más, dependiendo de los casos, el pensar seriamente en usar balizas, proyectores empotrados, así como apliques si fuera necesario.
Los usuarios y la visibilidad, algo fundamental
Uno de los factores de más importancia en esta clase de proyectos es la visibilidad. Los usuarios deben ver con claridad y nitidez las áreas de estacionamiento, así como la entrada y salida de vehículos y peatones.
De la misma forma deben quedan bien establecidas las zonas como aseos, escaleras, sitios de paso y las áreas de emergencia habilitadas. Aquí es recomendable incorporar sistemas de control.
Si además se quiere ahorrar en consumo, es posible instalar otros dispositivos, como los temporizadores, sensores de presencia o los de luz natural. Una buena manera de tener una mejor calidad de luz y también un importante ahorro de energía.
Luces de evacuación y de emergencia
Esta clase de iluminación para aparcamientos es instalada por lo general a 2 metros del nivel del suelo para así poder ofrecer la mayor seguridad y visibilidad.
Debemos tener en cuenta que en los aparcamientos cerrados de más de 100 metros de superficie es importante que también esté prevista la iluminación de no solo las zonas de parking, también las escaleras, áreas comunes, pasillos o los exteriores.
Pensemos que la mayoría de estas instalaciones no tiene luz natural, por lo que si se produce el corte de luz en el aparcamiento pueden quedar completamente a oscuras. Todo ello hace fundamental que se tenga disponible la iluminación de emergencia.
El color y la temperatura de la iluminación
La CCT, o temperatura de color correlacionada, se usa para la descripción de la apariencia del color que es la fuente lumínica. Los valores en este sentido se expresan en kelvin (K).
Una fuente de luz que sea cálida dispone de un CCT menor a 3500 K, mientras que la neutra se sitúa entre los 3.500 y los 4500 K. Las fuentes que usan luz fría tienen CCT mayores de 4500 K.
En los aparcamientos la luz ideal está entre 5000 y 6000 K, la cual emite una luz blanca, clara y de gran nitidez, lo que es perfecto para esta clase de sitios.
¿Qué tipo de luminarias se deben usar?
Los tipos de luminarias que se utilicen no deben solo ahorrar energía, también es necesario que emitan una luz blanca limpia que tenga una elevada reproducción cromática y con una gran durabilidad.
Los actuales dispositivos de led suelen durar habitualmente del orden de 50.000 horas y sustituyen eficazmente a las lámparas HPS y de halogenuros metálicos. La inducción tiene idénticos beneficios, pero la vida nominal es de 100.000 horas.
Tanto la iluminación vía LED como por inducción tienen unos costes iniciales más elevados de lo normal, pero que suelen ser amortizados en poco tiempo por su gran eficiencia en cuanto al consumo.
Además de no gastar mucha energía, no dan problemas a la hora de su cambio, limpieza y mantenimiento. No hay que olvidar que hablamos de una iluminación permanente que se expone a toda clase de agentes externos.
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